jueves, 25 de junio de 2015

CONSECUENCIA HÁBITOS BUCALES EN EL ORIGEN DE MALOCLUSIÓN



   Existen  hábitos bucales que pueden influir en el desarrollo de maloclusiones o deformaciones dentomaxilofaciales.

-  La interposición lingual o deglución atípica:  se observa  porque al hacer tragar saliva al niño, este interpone la lengua entre los incisivos superiores e inferiores, en lugar de apoyarla en el paladar. También se le llama deglución infantil, porque es la forma que tienen los bebes para poder tragar. Con la aparición de los dientes de leche, la deglución debe ir madurando hacía la del adulto, es decir, colocando la punta de la lengua en el paladar por detrás de los incisivos superiores para poder tragar. En algunos niños no se produce este cambio  y permanece la deglución infantil.

 - succión digital o uso del chupete: El chupete debe ser anatómico y su uso debe 
limitarse hasta los 12-18 meses de edad, tratando de no sobrepasar los 2 años, debido a la asociación entre este hábito y la alteración en la posición lingual, que puede propiciar maloclusiones óseas y dentarias. Todo niño que persista con un hábito de succión no nutritiva (chupete o dedo) más allá de los 3 años debe ser revisado por un odontólogo.

 - La respiración bucal: Ante un niño con respiración bucal, hay que descartar  cualquier tipo de patología previa con el otorrino, o saber  si simplemente es un hábito que puede corregirse con una serie de ejercicios. Los niños que respiran por la boca, permanecen continuamente con la boca entreabierta cuando se encuentran relajados. La lengua permanece en el suelo de la boca sin el correcto apoyo en el paladar, con lo cual este no tiene el estímulo adecuado para poder desarrollarse, y permanece estrecho y pequeño.


   Todos estos hábitos pueden interferir en el normal desarrollo de los procesos alveolares, estimulando o modificando la dirección del crecimiento en ciertas estructuras. Pueden generar:

-Mordidas abiertas anteriores y o laterales 
-Protrusiones dentarias 
-Protrusiones dentoalveolares
-Inhibición en la erupción de uno o varios dientes
-Vestibulo o linguoversiones….





   El grado de las alteraciones producida dependerá de la duración, intensidad y frecuencia del hábito, como así también de las características biotipológicas del paciente. En el estudio clínico resulta muy fácil detectar la relación causa-efecto de un hábito ya que ellos dejan la impronta de su acción; por lo que en la mayoría de los casos, la simple observación de la alteración nos permite deducir el hábito bucal que lo causó.

   Si se eliminan los hábitos a edades tempranas, muchas maloclusiones tienden a corregirse solas. Pero si se prolongan demasiado en el tiempo, pueden producir  o agravar  maloclusiones.

   Algunos de estos hábitos pueden pasar desapercibidos por los padres, por lo que es recomendable revisar al niño al menos cada año, desde la aparición de los dientes de leche hacía los 3 años.




jueves, 11 de junio de 2015

ODONTOMAS



   El odontoma es un tumor benigno de origen odontógeno, es decir, relacionado con el desarrollo de los dientes.

   Pueden ser de 2 tipos:


-           Odontoma compuesto: al examen radiográfico se observan imágenes radiopacas como un gran número de dientes rudimentarios.

-            Odontoma complejo:  se observa  imagen radiopaca como conglomeraciones amorfas.

   En cuanto a la etiología, se les asocia con antecedentes previos de traumatismos durante la primera dentición, así como a procesos inflamatorios o infecciosos, anomalías hereditarias (síndrome de Gardner, síndrome de Hermann), hiperactividad odontoblástica o alteraciones en el gen de control del desarrollo dentario. 

   Son asintomáticos y benignos, pero producen retención dentaria. Es decir, no permiten la erupción de los dientes permanentes. También puede desplazar los dientes adyacentes o dar lugar a un quiste dentígero.

El tratamiento es quirúrgico y su recurrencia es baja. 


   Este es el caso de un niño de 9 años que acude a consulta para una revisión rudimentaria. Observamos que en la arcada inferior, todavía presentaba el incisivo central y lateral temporales del lado derecho. Su madre nos comenta que los del lado izquierdo ya los había cambiado desde hace ya más de 2 años. Ante  esta diferencia tan grande del recambio entre un lado y otro de la boca, siempre se debe hacer una radiografía para descartar cualquier tipo de problema.







   En la ortopantomografía se observa la presencia de 3 imágenes radiopacas, compatibles con un odontoma. Que como se puede ver, están bloqueando la erupción de los incisivos permanentes.

El tratamiento es siempre la extracción lo antes posible, para permitir que los dientes erupcionen de manera correcta.



   Es recomendable realizar una ortopantomografía de control hacía los 6 años de edad, para descartar cualquier tipo de patología y en el caso de que se presente, realizar el tratamiento lo antes posible.

miércoles, 3 de junio de 2015

TRATAMIENTO DE ORTODONCIA ANTES O DESPUÉS DEL RECAMBIO?

   Muchos papas tienen la duda de cuando es el mejor momento para colocar un aparato de ortodoncia. Es mejor empezar antes de la caída de los dientes de leche?  O mejor después de finalizado el recambio y con toda la dentición permanente en boca?

   La respuesta es: depende del caso.  A cualquier edad podemos colocar un aparato de ortodoncia, de hecho cada vez más adultos la demandan. Pero dependiendo del problema  existente, será más sencillo de corregir en la niñez, en la adolescencia o será irrelevante la edad a la que empecemos. Tratar ciertos problemas en la niñez, cuando el niño todavía está en crecimiento, nos puede permitir solucionar problemas que luego,  en la edad adulta, sólo pueden ser tratados mediante extracciones o cirugía ortognática.

   Existen 2 tipos de fases en ortodoncia.

-             1ª fase u ortopédica. Se suele realizar antes de la caída de todos los dientes de leche. Son aparatos fijos o removibles destinados a redirigir el crecimiento de los maxilares para favorecer el tratamiento de la maloclusión. Sólo puede utilizarse en niños pues están en fase de crecimiento. En los adultos no hay posibilidad de modificar ni redirigir el crecimiento óseo, si no es con cirugía maxilofacial.

-             2ª fase . Se realiza una vez presentes todos los dientes permanentes en boca. Es la fase de ortodoncia fija con brackets.

La pregunta que surge es si es necesaria esa primera fase ortopédica o no. Y esto va a depender de cada caso en concreto.

   Cuando viene un paciente demandando ortodoncia, tenga la edad que tenga,  se le realiza un estudio diagnóstico. Consta de unas radiografías, unos modelos de la boca y unas fotografías. En los niños es muy importante realizar una teleradiografía lateral del cráneo. Que nos da mucha información sobre el patrón de crecimiento de los huesos de la cara y de cómo van a responder los distintos tipos de aparatos de ortodoncia a este crecimiento. Así decidimos que debemos colocar.




   Existen diferentes tipos de maloclusión. Los describiré de manera esquemática aunque el problema pueda ser mucho más complejo y darse varios de estos problemas a la vez. De ahí que sea muy importante un previo  estudio del caso .

-             Mordidas cruzadas: generalmente suelen deberse a un maxilar superior estrecho y pequeño. Pueden ser mordidas cruzadas anteriores y posteriores. Y pueden ser de origen dental u óseo. Es importante corregirlas nada más se detecten, antes del recambio de los dientes de leche, pues en esta edad va a ser más fácil aumentar el crecimiento del maxilar superior. Y la corrección temprana permitirá su desarrollo normal, a la vez que mejorará el espacio para la erupción de los dientes permanentes.

-             Clase II o retrognatismo mandibular. Puede ser de origen dental o esquelético.  Deberse al maxilar superior, a la mandíbula o ambos. Hay que tener en cuenta que los problemas de origen óseo serán siempre más graves que los de origen dental.

 No existe posibilidad de modificar el tamaño de la mandíbula si no es con cirugía. Así que por regla general, este tipo de maloclusión es preferible tratarla al final del recambio dental, cuando empieza el pico de crecimiento puberal. Podemos empezar el tratamiento antes pero no va a producir ningún beneficio en cuanto al resultado conseguido, empezando antes o después. Como beneficio obtendremos una mejora estética precoz, y menor tendencia a los traumatismos, que en algunos casos puede ser importante. Como inconvenientes, que se alarga mucho el tratamiento de ortodoncia, pues deberemos realizar las 2 fases.
Empezar el tratamiento en la fase adulta, no va a dar tan buenos resultados estéticos, pues ya no va a ser posible ayudarnos del crecimiento.

-          Clase III o prognatismo mandibular: puede ser de origen dental o esquelético, maxilar, mandibular o ambos. Si el problema es dental, mejor tratarlo cuanto antes, para que no se produzca un bloqueo del crecimiento del maxilar superior. Produce las llamadas mordidas cruzadas anteriores. Si es de origen esquelético , habrá que valorar muy bien el caso. Si se debe a un maxilar pequeño, es posible aumentar su tamaño con un disyuntor y una máscara facial. Y esto es mejor realizarlo antes de los 9 años de edad para tener un mejor beneficio.

   Si la causa es una mandíbula grande, se debe ser más precavido. No es posible modificar el crecimiento de la mandíbula y durante la adolescencia y el pico de crecimiento prepuberal, se puede dar un crecimiento excesivo  hacia delante. Muchas veces la única solución es quirúrgica en la edad adulta. Pero es importante un diagnóstico precoz para saber cuál es el mejor momento de tratamiento.

-             Problemas de apiñamiento dental sin discrepancia ósea: pueden ser tratados a cualquier edad, en la niñez, en la adolescencia o en la edad adulta.  A veces según la cantidad de apiñamiento, puede ser necesaria la extracción o desgaste de dientes definitivos, para ganar espacio.

   Los problemas ortodóncicos pueden ser muy simples o muy complejos. Y lo que puede ser muy fácil de corregir en la niñez, puede llegar a ser un caso quirúrgico en la edad adulta.  Es importante un diagnóstico precoz y estudio adecuado de cada caso, para saber qué edad es la más adecuada para el inicio del tratamiento.


jueves, 28 de mayo de 2015

Factores de riesgo de caries dental

   Sabemos lo que es la caries dental y porqué se produce?

 “ yo me cepillo todos los días y tengo la boca destrozada, es porque tengo tendencia, el cepillado y las pastas dentales no hacen nada”

   Parece que con esta frase, la gente de por sentado que haga lo que haga va a seguir teniendo caries.  Y nada más lejos de la realidad. La caries es una enfermedad que puede  prevenirse .
Creo que la población  debería tener mayor información sobre la enfermedad, saber  porque se produce y cómo puede prevenirse. Si sólo nos centramos en “tapar agujeros” y los factores de riesgo siguen presentes, la enfermedad volverá a aparecer.

   La caries dental es la enfermedad infecciosa más extendida.  Sí, se trata de una infección producida por una serie de bacterias. Puede transmitirse  de padres a hijos, de ahí la importancia de que las mujeres embarazadas cuiden su boca antes del nacimiento de su hijo, y de no introducirse en la boca chupete, cucharas…. que luego van a la boca del niño.

   Además es una enfermedad INCURABLE. Es decir, una vez se inicia una caries en un diente, este no se va a regenerar, lo único que podemos hacer es quitar la parte dañada y sustituirla por materiales de restauración artificiales. Que jamás serán igual que un diente sano y que a la larga acabarán fallando. Por eso es tan importante la prevención. Y la mejor manera de llevarlo a cabo es desde la infancia.

Conociendo  los factores de riesgo de la caries dental, tendremos las herramientas para prevenirla al 100%. Sólo con el cepillado  no es suficiente. Se debe examinar los factores de riesgo de cada paciente de forma individualizada, y a partir de aquí establecer unas medidas preventivas adecuadas e individualizadas. Evidentemente,  cuánto  mayores sean los factores de riesgo presentes, tendremos mayor necesidad de cuidados y deberemos ser más estrictos.

Factores de riesgo:

-             Por supuesto que hay una predisposición genética, como con cualquier otra enfermedad. Pero no por ello dejemos de cuidarnos, al contrario, deberemos extremar las medidas preventivas.

  La caries es una ENFERMEDAD MULTIFACTORIAL. Es decir, se debe a factores genéticos y ambientales. La genética no la podemos cambiar, pero el resto de factores sí.

-             Alimentación :  

         No le damos la importancia suficiente y quizá sea el factor más importante a la hora de evitar su aparición.
Los papas asocian la caries sólo a las chucherías, y existen muchos más alimentos que son altamente  cariogénicos.  Si no modificamos nuestra dieta y adquirimos hábitos saludables, las caries van a seguir. Además los niños pican muchísimo entre horas y esto genera un ambiente ideal para la aparición de la enfermedad.

-             Higiene :

  No se trata sólo de cepillarse, hay que hacerlo de manera correcta. Existen reveladores de placa que son muy útiles para aprender una técnica correcta. Los hay en pastillas, enjuagues… que tiñen la placa bacteriana de color y así se hace visible para darnos cuenta de donde se acumula y como eliminarla. Si lo probáramos nos daríamos grandes sorpresas de cómo nos cepillamos.




En el caso de los niños es de gran utilidad.  Hay mamas que dicen: cómo es posible que mi hijo tenga caries si se cepilla 2 veces al día?  Si se cepilla él solo, ten por seguro que no lo habrá hecho bien. Se debe cepillar a los niños más pequeños, y a los mayores bajo supervisión.

   A parte del cepillado es muy importante el uso de la seda dental, tanto en niños como en adultos. El cepillo no llega a las zonas interdentales y es necesario el uso de la seda.  Que por cierto usamos muy poco y sobre todo los niños. Existen en el mercado flossers que son muy útiles para facilitar su uso.
En algunas ocasiones, será necesario el uso de flúor y otros agentes bactericidas, bacteriostáticos o remineralizantes según el caso.

-             Defectos de estructura del esmalte:

   Esto es un tema a parte que ya expliqué en otro post. Realmente es cada vez más frecuente y un serio problema. Muy importante diagnosticar a los niños afectados cuanto antes, pues pueden llegar a producirse grandes destrucciones dentales.

-            Anatomía dental:

   Hay que valorar las fisuras de los molares nada más erupcionen. Existen diferentes tipos de fisuras. Hay fisuras anchas y amplias accesibles al cepillado dental. Estos dientes serán menos propensos a las caries. Pero también hay dientes con fisuras profundasy estrechas, donde se acumula mucha placa basteriana y es imposible  cepillar. Es importante detectarlas nada más hacen erupción los primeros molares permanentes hacia los 6 años. Tener en cuenta que mientras están erupcionando y durante el primer año en boca, los dientes son más susceptibles a las caries. Y si existe este problema, la única manera de darse cuenta es en el dentista y estos niños pueden beneficiarse de un sellador de fisuras.

   El uso del sellador de fisuras está muy difundido en nuestra sociedad. Pero en mi opinión muchas veces no se hace de manera adecuada. No todos los niños van a necesitarlo y si se pone hay que hacerlo con el molar recién erupcionado. Y luego seguir un control. Un sellado no significa ya no tener caries como se tiende a creer. Muchas veces vemos caries debajo de los sellados y por eso creo que deben ponerse con precaución. Bien colocados y bajo control,  son una medida preventiva excelente.

-             Posición dental:

  Los dientes apiñados o mal posicionados generan zonas poco accesibles al cepillado y por tanto van a tener un mayor riesgo de sufrir caries.

-            Existencia de restauraciones anteriores:

 Cuantos más arreglos llevemos en la boca más posibilidades tendremos de volver a tener caries. Porque las restauraciones se desgastan, crean zonas retentivas, pueden fracturarse….  No existe mejor restauración que tu propio diente sano e intacto.

-           Presencia de caries dental:

 
No restaurar los dientes de leche porque van a caerse, es un error. Una caries es un foco de infección, y puede extenderse a los dientes permanentes que estén erupcionando en esos momentos.

-           Otros factores:

 Flujo salival inadecuado, radioterapia y quimioterapia, ciertos medicamentos de uso crónico….


Hay que hacer un estudio de la dieta, los hábitos higiénicos y factores locales (hipoplasias, anatomía dental…), en todos los pacientes, especialmente en los niños, e instaurar unas medidas preventivas adecuadas según cada caso en particular.  

martes, 19 de mayo de 2015

CONSEJOS PARA LOS PADRES A LA HORA DE LLEVAR A LOS NIÑOS AL DENTISTA


  El momento de llevar a los niños a una consulta dental, sobre todo cuando hay que realizar algún tipo de tratamiento, suele causar una gran preocupación a sus padres.

  Pero hay que pensar que  actualmente ,  los tratamientos que realizamos en un niño, no producen dolor ni tiene porqué ser una experiencia traumática . De hecho hay peques de 3 añitos que se portan fenomenal y no se quejan ni durante la anestesia. Es decir, que el mal comportamiento y el miedo, suelen ser inculcados y no por lo que es en sí la experiencia dental.

  No hay duda de que todos los padres desean lo mejor para sus hijos. Pero a veces decimos cosas o actuamos de manera que resulta inadecuada para lo que queremos conseguir. Por eso veo importante dar algunos consejos a los papas de cómo deben actuar.

  Muchas veces en la consulta , escucho frases del tipo: “ si no te lavas los dientes tendrás que venir a que te empasten y eso duele mucho, ya verás….”  Estás frases son totalmente inadecuadas y no van a conseguir que tu hijo se cepille más. 

  Tratar en un niño pequeño una simple  caries no es nada fácil. Porque muchas veces tienen miedo, porque se cansan y cierran la boquita, porque debes descansar muchas veces, explicar absolutamente todo…. Y  teniendo en cuenta  que una simple caries ya lleva su tiempo y que requiere de un trabajo meticuloso , os podéis imaginar la complejidad y la diferencia abismal que obtendremos en la calidad de nuestros tratamientos, en un niño que llega tranquilo y colabora, que en otro que viene con  miedo, llora,  se mueve….

  Por eso tanto a padres como a dentistas, nos interesa que el niño no tenga miedo, que colabore y que no viva el tratamiento dental como una tortura.

  Si le decimos a nuestro hijo  que si no se cepilla los dientes, cuando tenga una caries le dolerá mucho empastarla… que pasará cuándo tenga una caries?  El niño vendrá con un miedo atroz que al final ha sido inculcado por sus propios  padres, que con su mejor intención pretendían que  se cepillara más. Para educar en un hábito es mucho mejor motivar, animar y sobre todo dar ejemplo, que amenazar o castigar.

  Y cómo actuar cuando ya el niño tiene algún problema y debe recibir  tratamiento? 

  En primer lugar jamás se les debe mentir. Los odontopediatras ya tenemos nuestros recursos para explicarle  lo que se  va a realizar. Siempre explicamos y enseñamos previamente al niño, absolutamente todo lo que se va a utilizar. Evidentemente con palabras que pueda comprender según su edad.  En el momento de la anestesia, que suele ser el más delicado, yo nunca les digo directamente que les voy a pinchar. Lo explico de otra manera pero nunca mintiendo. Se les puede decir que vamos  a poner un liquidito, que les puede  molestar un  poco…. 

  A veces oigo a los papas decirles:” tranquilo que no te va a pinchar, aquí no pinchan.  “  los niños son niños pero no son tontos, saben perfectamente si les has pinchado o no. Y si les mientes sólo consigues que pierdan confianza  y que ya no dejen que les hagas nada más. Está muy bien no contarlo, pero tampoco decirles que no se va a hacer.

 Otras frases que escucho muy a menudo: “ pobrecito, te está haciendo daño?….”  ,suelen ser papas que están continuamente encima del niño, cogiéndoles la manita…

 Es normal que un niño llore ante una anestesia o ante una extracción dental. Y también es normal que los papas sufran al ver a su hijo llorar, por supuesto. Pero si mostramos preocupación ,  lo único que hacemos es reforzar  esta conducta. El niño va a quejarse más porque así nota  atención por parte de sus padres. Y le duela o no le duela va a seguir quejándose. Además le vamos a transmitir nuestra propia ansiedad. Si no somos capaces de mostrar serenidad, lo mejor es quedarnos fuera y no entrar en el gabinete durante el tratamiento.

  “yo le tengo mucho miedo al dentista”…., como queremos que nuestro hijo no tenga miedo, si delante de él decimos que nosotros lo tenemos?

  Cómo debemos actuar entonces ?

  Normalmente lo más aconsejable es que los papas no entren durante el tratamiento. Precisamente para evitar cualquier tipo de estas conductas. Y en el caso de que entren, lo mejor es estar tranquilo, ser consciente de que es normal que lloren en determinados momentos, y o bien estar callados, o distraerle con cualquier tipo de conversación que no tenga que ver con lo que se está realizando. Todo dependerá de cada caso en particular. No cogerle la mano mientras se realiza el tratamiento, y permanecer un poco apartado de su vista. Pues tienden a querer mirar continuamente a sus padres, y el movimiento de la cabeza dificulta mucho el tratamiento.

  Por supuesto jamás asustar con que el dentista hace mucho daño, que si no se lava se le caerán todos los dientes….

  Y también  muy importante, no dejar que los niños nos acompañen al dentista, cuando es a un adulto al que le van a realizar el tratamiento. Son muy observadores, y cuando les toque a ellos lo van a redordar.

  Hay que tener en cuenta que los niños son niños. Y podemos esperar de ellos cualquier tipo de comportamiento. Hay niños que no tienen miedo y son muy colaboradores, otros que vienen con miedo pero colaboran, a otros hay que enseñarles a colaborar  introduciéndoles el tratamiento dental poco a poco a ser posible, y con otros no hay más remedio que recurrir a la sedación.
En todo caso, el odontopediatra valorará el tipo de conducta a seguir en cada caso.


miércoles, 13 de mayo de 2015

DEFECTOS DEL ESMALTE EN LOS DIENTES PERMANENTES




Escribo este artículo, pues cada vez veo un mayor número de niños con este problema y sin embargo creo que los papas tienen muy poca información al respecto.

Os habéis fijado si vuestro hijo/a tiene alguna mancha blanca o marrón en uno o varios dientes?
Se trata de defectos o  hipoplasias del esmalte  que pueden deberse a diversas causas.

 Por una parte pueden ser de origen genético, como las amelogénesis imperfectas. Que suelen afectar a toda la dentición.

Por otra parte pueden ser de origen ambiental, es decir, algún problema durante la formación dental, da lugar a su desarrollo.

     -          Cuando aparece una mancha blanca muy localizada y en un solo diente, que suele presentarse en los incisivos permanentes superiores, hay que pensar en un traumatismo previo del temporal predecesor.
                            



    -          A veces se debe a una fluorosis, es decir a una ingesta excesiva de flúor durante las etapas del desarrollo dental. Antes era frecuente en zonas con fluorización del agua de bebida. Ahora no es tan frecuente, pero es importante evitar que los niños pequeños ingieran la pasta dental.

    -         Otras causas pueden ser:  Déficits nutricionales, enfermedades exantemáticas que cursan con fiebre alta, infecciones prenatales, nacimiento prematuro, radioterapia, infección apical de los dientes de leche …..
   

Pero hoy hablaré de un tipo de patología que está aumentado muchísimo en los últimos años: Hipomineralización Incisivo-molar (MIH).

Afecta  a los incisivos y primeros molares permanentes ( es decir, la muela de los 6 años). Pudiendo afectar a uno o varios de estos dientes. Pero es necesario que afecte por lo menos a uno de los molares para poder diagnosticar el cuadro.

Se caracteriza porque observamos manchas que pueden ser de color blanco-opaco a amarillo-marrón. Cuanto más marrón es la mancha, más severo es el defecto, llegándose incluso a desintegrar el esmalte  poco a poco. De modo que nada más erupcionar, debido a las fuerzas de masticación, puede romperse el esmalte y exponerse la dentina, causando gran dolor y sensibilidad.


                                    


                                    


Los primeros molares permanentes e incisivos, empiezan a formarse en el 4º mes de embarazo. Y se cree que es en el primer año de vida del niño cuando se produce esta patología. Fijaros que mucho antes de la erupción de los dientes permanentes!!

Para que se entienda y en términos sencillos, las células que producen el esmalte dental, son muy sensibles a cualquier cambio en su ambiente. Y esto se reflejará como una “cicatriz”, que observaremos después en los dientes permanentes.

Cuál es el problema que ha producido esta alteración, no está del todo claro. Se habla de una predisposición genética, fiebre, contaminantes ambientales, ciertos antibióticos…. Pero lo que está claro es que el agente causal, actúa en los últimos meses de embarazo o en el primer año de vida del niño.

Los dientes afectados son mucho más susceptibles a la caries dental, y progresan con mayor rapidez.
Dado que se está observando cada vez con más frecuencia, es muy importante realizar una revisión al niño nada más le caiga el primer diente de leche.

Tener en cuenta, que muchas veces los papas acuden a la consulta cuando ya el problema es muy grande y se ha producido gran destrucción dental. Por lo que el tratamiento es más laborioso y complicado para el niño.

Si tenéis cualquier duda, podéis escribirme  un mensaje  privado o incluso enviarme una foto :