martes, 19 de mayo de 2015

CONSEJOS PARA LOS PADRES A LA HORA DE LLEVAR A LOS NIÑOS AL DENTISTA


  El momento de llevar a los niños a una consulta dental, sobre todo cuando hay que realizar algún tipo de tratamiento, suele causar una gran preocupación a sus padres.

  Pero hay que pensar que  actualmente ,  los tratamientos que realizamos en un niño, no producen dolor ni tiene porqué ser una experiencia traumática . De hecho hay peques de 3 añitos que se portan fenomenal y no se quejan ni durante la anestesia. Es decir, que el mal comportamiento y el miedo, suelen ser inculcados y no por lo que es en sí la experiencia dental.

  No hay duda de que todos los padres desean lo mejor para sus hijos. Pero a veces decimos cosas o actuamos de manera que resulta inadecuada para lo que queremos conseguir. Por eso veo importante dar algunos consejos a los papas de cómo deben actuar.

  Muchas veces en la consulta , escucho frases del tipo: “ si no te lavas los dientes tendrás que venir a que te empasten y eso duele mucho, ya verás….”  Estás frases son totalmente inadecuadas y no van a conseguir que tu hijo se cepille más. 

  Tratar en un niño pequeño una simple  caries no es nada fácil. Porque muchas veces tienen miedo, porque se cansan y cierran la boquita, porque debes descansar muchas veces, explicar absolutamente todo…. Y  teniendo en cuenta  que una simple caries ya lleva su tiempo y que requiere de un trabajo meticuloso , os podéis imaginar la complejidad y la diferencia abismal que obtendremos en la calidad de nuestros tratamientos, en un niño que llega tranquilo y colabora, que en otro que viene con  miedo, llora,  se mueve….

  Por eso tanto a padres como a dentistas, nos interesa que el niño no tenga miedo, que colabore y que no viva el tratamiento dental como una tortura.

  Si le decimos a nuestro hijo  que si no se cepilla los dientes, cuando tenga una caries le dolerá mucho empastarla… que pasará cuándo tenga una caries?  El niño vendrá con un miedo atroz que al final ha sido inculcado por sus propios  padres, que con su mejor intención pretendían que  se cepillara más. Para educar en un hábito es mucho mejor motivar, animar y sobre todo dar ejemplo, que amenazar o castigar.

  Y cómo actuar cuando ya el niño tiene algún problema y debe recibir  tratamiento? 

  En primer lugar jamás se les debe mentir. Los odontopediatras ya tenemos nuestros recursos para explicarle  lo que se  va a realizar. Siempre explicamos y enseñamos previamente al niño, absolutamente todo lo que se va a utilizar. Evidentemente con palabras que pueda comprender según su edad.  En el momento de la anestesia, que suele ser el más delicado, yo nunca les digo directamente que les voy a pinchar. Lo explico de otra manera pero nunca mintiendo. Se les puede decir que vamos  a poner un liquidito, que les puede  molestar un  poco…. 

  A veces oigo a los papas decirles:” tranquilo que no te va a pinchar, aquí no pinchan.  “  los niños son niños pero no son tontos, saben perfectamente si les has pinchado o no. Y si les mientes sólo consigues que pierdan confianza  y que ya no dejen que les hagas nada más. Está muy bien no contarlo, pero tampoco decirles que no se va a hacer.

 Otras frases que escucho muy a menudo: “ pobrecito, te está haciendo daño?….”  ,suelen ser papas que están continuamente encima del niño, cogiéndoles la manita…

 Es normal que un niño llore ante una anestesia o ante una extracción dental. Y también es normal que los papas sufran al ver a su hijo llorar, por supuesto. Pero si mostramos preocupación ,  lo único que hacemos es reforzar  esta conducta. El niño va a quejarse más porque así nota  atención por parte de sus padres. Y le duela o no le duela va a seguir quejándose. Además le vamos a transmitir nuestra propia ansiedad. Si no somos capaces de mostrar serenidad, lo mejor es quedarnos fuera y no entrar en el gabinete durante el tratamiento.

  “yo le tengo mucho miedo al dentista”…., como queremos que nuestro hijo no tenga miedo, si delante de él decimos que nosotros lo tenemos?

  Cómo debemos actuar entonces ?

  Normalmente lo más aconsejable es que los papas no entren durante el tratamiento. Precisamente para evitar cualquier tipo de estas conductas. Y en el caso de que entren, lo mejor es estar tranquilo, ser consciente de que es normal que lloren en determinados momentos, y o bien estar callados, o distraerle con cualquier tipo de conversación que no tenga que ver con lo que se está realizando. Todo dependerá de cada caso en particular. No cogerle la mano mientras se realiza el tratamiento, y permanecer un poco apartado de su vista. Pues tienden a querer mirar continuamente a sus padres, y el movimiento de la cabeza dificulta mucho el tratamiento.

  Por supuesto jamás asustar con que el dentista hace mucho daño, que si no se lava se le caerán todos los dientes….

  Y también  muy importante, no dejar que los niños nos acompañen al dentista, cuando es a un adulto al que le van a realizar el tratamiento. Son muy observadores, y cuando les toque a ellos lo van a redordar.

  Hay que tener en cuenta que los niños son niños. Y podemos esperar de ellos cualquier tipo de comportamiento. Hay niños que no tienen miedo y son muy colaboradores, otros que vienen con miedo pero colaboran, a otros hay que enseñarles a colaborar  introduciéndoles el tratamiento dental poco a poco a ser posible, y con otros no hay más remedio que recurrir a la sedación.
En todo caso, el odontopediatra valorará el tipo de conducta a seguir en cada caso.


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