Muchos papas tienen la duda de cuando es el mejor momento
para colocar un aparato de ortodoncia. Es mejor empezar antes de la caída de
los dientes de leche? O mejor después de
finalizado el recambio y con toda la dentición permanente en boca?
La respuesta es: depende del caso. A cualquier edad podemos colocar un aparato de
ortodoncia, de hecho cada vez más adultos la demandan. Pero dependiendo del
problema existente, será más sencillo de
corregir en la niñez, en la adolescencia o será irrelevante la edad a la que
empecemos. Tratar ciertos problemas en la niñez, cuando el niño todavía está en
crecimiento, nos puede permitir solucionar problemas que luego, en la edad adulta, sólo pueden ser tratados
mediante extracciones o cirugía ortognática.
Existen 2 tipos de fases en ortodoncia.
- 1ª fase u ortopédica. Se suele realizar antes de
la caída de todos los dientes de leche. Son aparatos fijos o removibles
destinados a redirigir el crecimiento de los maxilares para favorecer el tratamiento
de la maloclusión. Sólo puede utilizarse en niños pues están en fase de
crecimiento. En los adultos no hay posibilidad de modificar ni redirigir el
crecimiento óseo, si no es con cirugía maxilofacial.
- 2ª fase . Se realiza una vez presentes todos los
dientes permanentes en boca. Es la fase de ortodoncia fija con brackets.
La pregunta que surge es si es necesaria esa primera fase
ortopédica o no. Y esto va a depender de cada caso en concreto.
Cuando viene un paciente demandando ortodoncia, tenga la
edad que tenga, se le realiza un estudio
diagnóstico. Consta de unas radiografías, unos modelos de la boca y unas
fotografías. En los niños es muy importante realizar una teleradiografía
lateral del cráneo. Que nos da mucha información sobre el patrón de crecimiento
de los huesos de la cara y de cómo van a responder los distintos tipos de
aparatos de ortodoncia a este crecimiento. Así decidimos que debemos colocar.
Existen diferentes tipos de maloclusión. Los describiré de
manera esquemática aunque el problema pueda ser mucho más complejo y darse
varios de estos problemas a la vez. De ahí que sea muy importante un previo estudio del caso .
- Mordidas cruzadas: generalmente suelen deberse a
un maxilar superior estrecho y pequeño. Pueden ser mordidas cruzadas anteriores
y posteriores. Y pueden ser de origen dental u óseo. Es importante corregirlas
nada más se detecten, antes del recambio de los dientes de leche, pues en esta
edad va a ser más fácil aumentar el crecimiento del maxilar superior. Y la
corrección temprana permitirá su desarrollo normal, a la vez que mejorará el
espacio para la erupción de los dientes permanentes.
- Clase II o retrognatismo mandibular. Puede ser
de origen dental o esquelético. Deberse
al maxilar superior, a la mandíbula o ambos. Hay que tener en cuenta que los
problemas de origen óseo serán siempre más graves que los de origen dental.
No
existe posibilidad de modificar el tamaño de la mandíbula si no es con cirugía.
Así que por regla general, este tipo de maloclusión es preferible tratarla al
final del recambio dental, cuando empieza el pico de crecimiento puberal.
Podemos empezar el tratamiento antes pero no va a producir ningún beneficio en
cuanto al resultado conseguido, empezando antes o después. Como beneficio
obtendremos una mejora estética precoz, y menor tendencia a los traumatismos,
que en algunos casos puede ser importante. Como inconvenientes, que se alarga
mucho el tratamiento de ortodoncia, pues deberemos realizar las 2 fases.
Empezar el tratamiento en la fase adulta,
no va a dar tan buenos resultados estéticos, pues ya no va a ser posible
ayudarnos del crecimiento.
- Clase III o prognatismo mandibular: puede ser de
origen dental o esquelético, maxilar, mandibular o ambos. Si el problema es dental,
mejor tratarlo cuanto antes, para que no se produzca un bloqueo del crecimiento
del maxilar superior. Produce las llamadas mordidas cruzadas anteriores. Si es
de origen esquelético , habrá que valorar muy bien el caso. Si se debe a un
maxilar pequeño, es posible aumentar su tamaño con un disyuntor y una máscara
facial. Y esto es mejor realizarlo antes de los 9 años de edad para tener un
mejor beneficio.
Si la causa es una mandíbula grande, se
debe ser más precavido. No es posible modificar el crecimiento de la mandíbula
y durante la adolescencia y el pico de crecimiento prepuberal, se puede dar un
crecimiento excesivo hacia delante.
Muchas veces la única solución es quirúrgica en la edad adulta. Pero es
importante un diagnóstico precoz para saber cuál es el mejor momento de
tratamiento.
- Problemas de apiñamiento dental sin discrepancia
ósea: pueden ser tratados a cualquier edad, en la niñez, en la adolescencia o
en la edad adulta. A veces según la
cantidad de apiñamiento, puede ser necesaria la extracción o desgaste de
dientes definitivos, para ganar espacio.
Los problemas ortodóncicos pueden ser muy simples o muy
complejos. Y lo que puede ser muy fácil de corregir en la niñez, puede llegar a
ser un caso quirúrgico en la edad adulta. Es importante un diagnóstico precoz y estudio
adecuado de cada caso, para saber qué edad es la más adecuada para el inicio
del tratamiento.
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